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Se trata de la decimosexta versión de este estudio, que busca satisfacer requerimientos de información asociados al diseño e implementación de políticas públicas en materia de equidad de género.
Una completa radiografía del acceso y uso de productos financieros que tienen las mujeres y hombres en el país, contiene el nuevo informe de Género en el Sistema Financiero de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF).
El documento fue presentado esta mañana en una ceremonia encabezada por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, acompañada por la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual; el Superintendente de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), Eric Parrado y el Secretario Ejecutivo Adjunto para Administración y Annálisis de Programas de la CEPAL, Raúl García-Buchaca. La actividad se desarrolló en el edificio de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL).
Los principales objetivos del Informe, pionero en el mundo, son relevar la importancia de avanzar en reducción de brechas de género en el sistema financiero y generar información que aporte en la construcción de las políticas públicas y de las políticas comerciales de las instituciones financieras.
Con esa meta, la edición de este año presenta la evolución temporal (2002-2016) de un conjunto de indicadores que permiten evaluar el acceso y uso a los productos bancarios de ahorro, crédito y administración del efectivo, por parte de hombres y mujeres en el país.
Principales resultados
Si bien las mediciones internacionales de brechas de género muestran que la “dimensión económica” es una de las con mayor rezago en el país, los resultados del Informe dan cuenta de importantes avances en el cierre de brechas de género asociadas al uso de servicios financieros provistos por la banca.
En efecto, durante el período de análisis (2002-2016) no se advierten brechas significativas en la cobertura de los productos de ahorro bancarios, y se observan avances sostenidos en el cierre de brechas de género asociadas a la cobertura de productos de crédito y administración del efectivo.
Sin embargo, se detectan brechas que aún persisten en el sistema.
Entre los principales resultados del estudio, se encuentran los siguientes, separados por tipo de producto:
Productos de crédito
Administración del efectivo
Ahorro
Integridad financiera
En relación a la integridad financiera, las mujeres sistemáticamente han exhibido indicadores de morosidad y protestos de cheques menores a los de los hombres.
En particular, respecto a los indicadores de morosidad de la cartera crediticia, la morosidad menor a 90 días de los hombres es 14% mayor a la de las mujeres. En el caso de la morosidad de 90 días o más, el porcentaje llega a 40%, manteniéndose las brechas durante gran parte del periodo evaluado.
Diferencias en crédito y ahorro para la vivienda
Según revela el Informe, consistente con mediciones anteriores de la SBIF, la deuda bancaria de las mujeres posee un componente habitacional porcentualmente mayor al de los hombres (61% de la deuda de mujeres corresponde a deuda habitacional, mientras que para los hombres esta proporción es de 57%). Por su parte, la deuda de los hombres posee un componente comercial porcentualmente mayor al de las mujeres.
Sin embargo, un análisis detallado del acceso a los créditos hipotecarios revela que si bien no se advierten brechas de género sustantivas en términos de tasas de interés y plazos, sí las hay en cuanto a los montos colocados, siendo inferiores para mujeres respecto de los hombres. A diciembre del 2016 gran parte de los créditos otorgados a hombres corresponden a viviendas cuyo valor fluctúa entre 1.000 a 2.000 UF (26,6% del total) y 3.000 a 6.000 UF (25,8% del stock total). En tanto, la deuda de las mujeres se concentra principalmente en los tramos de 1.000 a 2.000 UF (32,7%) y 2.000 a 3.000 UF (23,4%). Estas relaciones han permanecido estables en los últimos 8 años.
Consistente con el componente habitacional de la deuda de las mujeres frente a hombres, las mujeres tienen una demanda más activa en los productos de ahorro para la vivienda. Es así como a diciembre de 2016 las mujeres poseían 2,8 millones de cuentas de ahorro para la vivienda, muy por encima de los 1,7 millones de cuentas pertenecientes a ahorrantes hombres.